El estudio del pensamiento, que en Alemania se ha cultivado principalmente en el Instituto Psicológico de Würzburg, corresponde a una fase de desarrollo de la psicología experimental.

Aunque en general la psicología antigua no prestaba la debida atención al pensamiento, la nueva orientación experimental estuvo tan ocupada en poner en orden las sólidas bases de las sensaciones, las imágenes y los sentimientos, que no pudo dedicarse a los etéreos pensamientos hasta bastante tarde. Los primeros contenidos mentales que se advirtieron en la conciencia fueron las presiones y las punciones, los sabores y los olores, los sonidos y los colores. Eran los más fáciles de percibir, seguidos de sus imágenes y de los pacerás y dolores. Aquello que no tuviera la palpable constitución de estas formaciones escapaba al ojo del científico que no estuviera adiestrado para percibirlo. La experiencia de la ciencia natural orientó la atención del investigador hacia los estímulos sensoriales y las sensaciones, las posimágenes, los fenómenos de contraste y las modificaciones fantásticas de la realidad. Leer el resto de esta entrada »